Museo de Arte contemporáneo en el corazón de Tampere. Una suma de vistas, arte e historia

Colaboración con: NO.MAD Arquitectos – Eduardo Arroyo.

Un museo del siglo XXI es un acto de preservación de la memoria a través de una vivencia intensa. Ésta viene definida por la intensidad y variabilidad de su experiencia perceptiva. Y, para que el Museo no se conforme como un edificio desconectado de su entorno o que pudiera estar en cualquier lugar, se ha de incorporar dentro del mismo y de manera sofisticada la riqueza urbana y paisajística del lugar en el que se localiza.

Su localización en un entorno natural e histórico impulsa a absorber las propiedades del lugar haciendo que participen de manera intensa en la creación de su espacio interior. Así, la forma lineal se ve alterada por leves vibraciones en el perímetro que dirigen la mirada del visitante desde cada uso interior hacia los edificios icónicos que lo rodean.

El interior posee un carácter monomaterial con acabados en madera que delatan la relación directa con la tradición constructiva finlandesa. La utilización de madera en dos tonos diferencia los usos lúdicos, con un tratamiento natural, de los de exposiciones con un acabado en color negro que añade tanto el control lumínico como una intensidad expositiva característica